Lightning o USB Tipo-C: pelea de enchufes

Supongamos que es cierto eso de un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio. Supongamos -por no cambiar de tercio- que hablamos de tecnología. Nos referiremos, entonces, a un puerto y su correspondiente conector. El puerto no es el italiano al pie de las montañas, sino el lugar donde los datos entran, salen, o ambas cosas. Es decir: paralelo, serie, DIN, RJ45, PS2, mini Jack, VGA, HDMI, USB, miniUSB, microUSB…  El conector es el que machihembra un periférico con el puerto para esa transmisión de datos. A la vista del jaleo de cables y conectores que pululan por nuestras mesas, la pregunta que surge inevitablemente es ¿habrá alguna vez un estándar? Puede que la respuesta ande cerca. Y que tenga forma de conector Lightning o USB tipo-C.

¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es un relámpago

Apple vive en un mundo propio. No en el de Yupi, sino en el de Cupertino. Un mundo paralelo donde se afana por evolucionar las conexiones específicas y particulares de sus dispositivos. Conexiones propietarias que se circunscriben solo a lo que muestre el logo de la manzana mordisqueada. En 2012 apareció el conector Lightning (sí, ese que la gente se empeña en pronunciar

Lightning o USB Tipo-C
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 laitin en lugar de laitning). Recibió su nombre, relámpago, por analogía con la velocidad en que transfiere datos. Es un 80% más pequeño que su predecesor de 30 pines, e idéntico por ambos lados, esto es, reversible. Así, los problemas a la hora de conectarlo son inexistentes. Se trata de un conector plano, robusto, con 8 pines y chip de autentificación (para dificultar la fabricación del mismo por parte de terceros sin haber pasado por caja). Funciona con alta velocidad de transferencia de datos -hasta 10 GB/s-, permite cargar el dispositivo (iPhone, iPod o iPad) y transferir información. Obviamente, también audio, donde incrementa las características del mini Jack. Así, permite más volumen y potencia, mayor calidad de sonido Hi-Fi, además de funcionalidades como conexiones a Siri y distintos comandos de control.

 

El ¿definitivo? USB Tipo-C

El USB Tipo-C es un conector diminuto y también reversible. Soporta varios protocolos usando modos alternativos. Eso permite emplearlo como salida digital de vídeo y audio (HDMI), salida DisplayPort, etc. Y aspira a unificar la conectividad de multitud de aparatos: smartphones, portátiles, PCs, cámaras, tablets, NAS, pendrives… eliminando la maraña de distintos cables usados en la actualidad.

En su modalidad USB 3.1 ofrece más pote

Conector USB tipo-C
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ncia de carga que el resto de conexiones. El USB tipo-C puede soportar hasta 100W (20V/5A) cuando lo habitual es tener un cargador de 5V/2A. Tiene 24 pines, comparado con los 8 del Lightning supone el triple de capacidad para transmitir datos. Y, sobre todo, es un estándar que todo el mundo puede fabricar. No tiene patente propietaria como el conector de Apple, por lo que cualquiera puede producir dispositivos o cables con este conector.

Un futuro unificado

Ambos conectores son reversibles, pero sus diseños son opuestos. El USB tipo-C recibe los pines de una pestaña integrada en el puerto del dispositivo. El Lightning es una lengüeta con los pines expuestos. Los puertos de iPads, iPods y iPhones son receptáculos más sencillos. Esta diferencia de diseño es la que implica mayor o menor desgaste o posibilidad de rotura. El USB Tipo-C protege los pines, pero produce una tensión mecánica en el puerto, sobre todo cuando el cable se somete a tracción. El Lightning puede tener problemas por exponer los pines a suciedad o golpes, pero es menos probable que su uso conduzca a un puerto dañado. Esto quiere decir que en un caso se puede estropear el dispositivo y en el otro, el cable. Pero son situaciones extremas.

Dejando aparte estas consideraciones, Apple ha elegido el USB Tipo-C en los nuevos MacBook como conector estándar para periféricos y tareas de carga. Puede que Lightning lleve ingresos a la cartera de Cupertino, pero a la hora de trabajar, apuesta por el USB Tipo-C. Un conector reversible con el que puedes cargar el portátil, transferir datos por USB 3 a la velocidad del rayo (lo de “relámpago” ya está cogido) y conectar dispositivos HDMI, VGA y Mini DisplayPort. Eso da pistas de un posible futuro unificado. Yo no voy a ser menos, y también apuesto por el USB tipo-C. Aunque tal y como van las cosas, igual no acierto ni el reintegro. El caso es que, sea como sea y sea cual sea, la tecnología nos lleve a buen puerto… y mejor conector.

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